Paul Otlet, un científico belga se adelantó a su tiempo al sugerir una combinación entre una conexión telefónica con una pantalla de televisión. Mientras que hoy en día muchas personas no recuerdan un mundo sin internet, en 1934 era impensable, pero Paul Otlet describió a la perfección lo que se convertiría en la superautopista de la información.
Otlet, considerado como el padre de la ciencia de la información, publicó su libro “Tratado sobre la documentación”, donde explicaba décadas antes que existiera el iPad, Smartphone o las pantallas de ordenador, la combinación de un televisión con el teléfono para enviar y difundir la información de las obras publicadas. En su tratado sobre la documentación, Otlet hace referencia a lo que se convertiría en el futuro equipo informático cuando escribió:
«He aquí el espacio de trabajo, ya no es desordenado, con todos los libros disponibles. En su lugar, una pantalla y un teléfono al alcance…a partir de ahí aparece la página en una pantalla para ser leída con el fin de conocer la respuesta a la pregunta formulada por teléfono.»
Incluso llegó a sugerir que una pantalla de ordenador dividida podría mostrar varios libros a la vez, una posible referencia a la apertura de una ventana del navegador o varias pestañas abiertas la vez.
La idea original
Otlet desarrolló por primera vez la idea de un conocimiento global, «la red» en 1934. En una época donde la radio y la televisión estaban en sus inicios, trató de desarrollar conceptos de multimedia para mejorar la cooperación entre investigadores. Otlet trabajó la idea de cómo hacer accesible el conocimiento a través de grandes distancias. Utilizó una combinación de tarjetas, teléfonos y otros equipos para aproximarse a lo que es hoy en día con cualquier ordenador.
Desarrolló la idea cuya aplicación hoy conocemos con nombres como Web 2.0 y Wikipedia. Pero el nombre de Otlet se quedó en el olvido. Reunió toda la información en un edificio llamado “Mundaneum”, ubicado en el corazón de Bruselas. El archivo contenía no sólo libros, sino también un sinnúmero de periódicos, carteles y más de 200.000 tarjetas postales. Otlet y sus colegas estaban convencidos de que todo ese conocimiento podría promover la paz. Debido a la guerra en esos momentos el proyecto quedo en el olvido.
«Cualquier persona que se siente en el sillón de su casa sería capaz de acceder al estado actual del conocimiento global. La evolución en cualquier lugar del mundo podría ser registrado como “el momento en que ocurrió». Otlet describió todo su sistema como un «cerebro mecánico y colectivo».
Lo que esta claro es que la visión de Paul Otlet era exactamente el mundo que hoy conocemos. En su visión, Otlet quería que esa información sirviera para un mundo completamente en paz, pero muy lejos de esa visión, la divulgación de la información escrita dio paso a un mundo de información sin papel y seguramente este dará paso a la extinción completa de la verdadera información, para ser completamente manipulada, la historia reescrita.
No podemos negar que el desarrollo tecnológico ha sido abrumador en este último siglo, y más todavía si hablamos de esta última década. Aún recuerdo cuando salieron los primeros móviles "pequeño" con la pantalla pequeña y en blanco y negro, que revolución más grande en tan poco tiempo amigos.
Ahora disponemos de tabletas electrónicas, pantallas de 50 pulgadas a todo color, cualquiera puede descargar películas y audios a través de Internet…
En fin, la evolución que ha habido es alucinante y sorprende a cualquiera que se ponga a reflexionar sobre ello.