El mes pasado hablamos de como un grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advertía sobre una “amenaza muy real” de una pandemia que podría erradicar hasta 80 millones de personas en todo el mundo. Según el estudio, el patógeno mortal, propagado por el aire en todo el mundo, podría acabar con casi el 5 por ciento de la economía mundial. Y lo peor de todo es que no estamos preparados. Es cierto que la comunidad científica lleva años advirtiendo de lo mismo, sin embargo, ahora hay una gran cantidad de virus previamente desconocidos, como el que causó la epidemia de 2003 del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), que se cobró la vida de personas y animales en todo el mundo. En solo siete años (de 2011 a 2018), por ejemplo, la OMS luchó contra 1.483 epidemias.
Y los riesgos están aumentando. El cambio climático favorece los brotes, ya que el aumento de las temperaturas y la humedad generan oleadas en las poblaciones de mosquitos portadores de enfermedades, permiten que las superficies de agua se asfixien bajo algas tóxicas, que se llenen hospitales y campos de cultivo con hongos mortales y cambien los patrones migratorios de las aves y animales, lo cual, a su vez, llevan a sus autoestopistas microbianos a nuevas geografías. Hasta ahora, la humanidad ha sido capaz de eliminar las amenazas de enfermedades poco después de que cesara cada epidemia. Pero también sabemos que habrá otra epidemia terrible, tal vez tan devastadora o más que la “gripe española” de 1918. Entonces, ¿qué debemos hacer? Pues ahora los científicos nos dan la solución a esta pregunta.
Países seguros, según la ciencia
Si una pandemia arrasara el mundo, ¿dónde sería el lugar más seguro, libre de infección y sin portadores de la enfermedad? Según un nuevo artículo titulado “La priorización de las naciones isleñas como refugios de pandemias extremas» publicado en la revista científica Risk Analysis, Nueva Zelanda, Australia e Islandia podrían ser lugares seguros y estratégicos en caso de una gran pandemia. Además, los investigadores advierten que el riesgo de extinción humana probablemente nunca haya sido mayor, incluso a medida que la tecnología avanza.
“Los descubrimientos en biotecnología podrían ver una pandemia genéticamente modificada que amenaza la supervivencia de nuestra especie”, dijo Nick Wilson, coautor del estudio y profesor de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, en un comunicado.
Aunque los portadores de enfermedades podrían cruzar fácilmente las fronteras terrestres, una isla aislada y autosuficiente podría albergar una población tecnológicamente experta que podría repoblar la Tierra después de un desastre. Los investigadores produjeron un sistema de puntuación que tuvo en cuenta una serie de características para la población, ubicación, sociedad y recursos de cada nación isleña.
Sus resultados mostraron Australia para ser el refugio más seguro, debido a su gran exceso de oferta energética y alimentos. Le siguen Nueva Zelanda y luego Islandia. Además, los científicos clasificaron a las naciones isleñas con poblaciones de más de 250.000 habitantes como posibles zonas seguras, considerando que cuanto más grande sea la población, más probable es que el país pueda en algún momento reiniciar la civilización. El autor principal del estudio, Matt Boyd, director de investigación de Adapt Research, dijo que los humanos podrían algún día liberar un organismo modificado con el potencial de exterminar a la humanidad.
“El peor de los casos podría haber la liberación de múltiples organismos pandémicos genéticamente modificados a la vez”, dijo Boyd. “Necesitamos estar preparados para estas situaciones. Nuestro estudio muestra que ciertas naciones insulares tienen las características necesarias para preservar la cultura tecnológica a través de un evento catastrófico.”
Los científicos sugieren que lugares como Nueva Zelanda deberían considerar prepararse, posiblemente invirtiendo en medidas de resiliencia y practicando controles fronterizos.
Los multimillonarios se preparan
La verdad es que este nuevo estudio ofrece valiosa información ante una pandemia a nivel global. Pero los magnates de la tecnología eran conocedores, ya que llevan años realizando inversiones en Nueva Zelanda. Según expertos en supervivencia, Nueva Zelanda no es enemigo de nadie, no es un objetivo nuclear y tampoco es un objetivo para la guerra. Es un lugar donde la gente busca tranquilidad.
El cofundador de PayPal y el multimillonario de Facebook, Peter Thiel, construyó una casa en Queenstown, Nueva Zelanda, con un bunker. El conocido empresario estadounidense Sam Altman también reconoció estar preparado en caso de pandemia.
Y el cofundador de LinkedIn, Reid Hoffman, dijo a The New Yorker que se compró una casa en Nueva Zelanda. Otros multimillonarios estadounidenses que han comprado propiedades en el país incluyen al director de cine James Cameron y el inversor Julian Robinson. Esto llevó al gobierno neozelandés a prohibir a los extranjeros comprar propiedades. Sea como fuere, lo que está claro es que en el caso de que ocurra una pandemia apocalíptica, los países considerados “seguros” cerrarán sus fronteras y evitarán la entrada a los supervivientes.
¿Estás preparado para la inminente pandemia global?