Desde que descubrimos que los espíritus de los muertos existen en nuestra realidad, hemos intentado contactar con ellos. Parece ser que hay un atractivo y un deseo irresistible de querer ponerse en contacto con aquellos que ya no están entre nosotros, y a lo largo de los siglos se han investigado esta posibilidad. Desde médiums, hasta tableros Ouija, y dispositivos más modernos como grabaciones de fenómenos de voz electrónica (EVP), simplemente no podemos resistir el impulso de intentar establecer contacto con el mundo de los muertos. Algunos de estos métodos se han perdido en el tiempo, y uno de los más interesantes es una antigua técnica que ha conseguido sobrevivir con el paso del tiempo.
El psicomanteo en la antigua Grecia
Un método olvidado para contactar con los espíritus es una herramienta conocida como “psicomanteo”. El concepto básico proviene de las tradiciones griegas del Nekromanteion, que básicamente se traduce como “oráculo de los muertos”, el cual se practicaba en sus elaborados templos de los muertos, enormes edificaciones especialmente construidas para el contacto de los seres queridos fallecidos y otros espíritus. En estos enigmáticos templos se practicaban ciertos rituales, incluido el sacrificio de animales. El agua u otro líquido actuaba como una especie de espejo, y es dentro de sus profundidades surgían imágenes y mensajes del reino de los muertos.
En esencia, era una forma de adivinación, que usa una superficie reflectante para evocar espíritus o ver el futuro, con la privación sensorial de estos lugares que sirve para mejorar los efectos extraños. Estos psicomanteos fueron bastante populares en la antigua Grecia, incluso mencionado en el poema la “odisea de Homero”, pero se desvanecerían en el tiempo hasta que siglos más tarde resucitaran la práctica.
En la actualidad
El despertar moderno del psicomanteo se puede atribuir a un destacado investigador y pionero de los estudios de experiencias cercanas a la muerte llamado Dr. Raymond Moody, quien en la década de 1990 estaba fascinado por las prácticas de espejo en todo el mundo y en particular las de los antiguos griegos con su Nekromanteion. Intentó crear su propio psicomanteo, y lo hizo. La propia iteración del dispositivo de Moody consistió en una pequeña habitación oscura no más grande que un vestidor, completamente cerrada, sin luz solar, en la que se encontraba una silla sentada frente a un espejo muy grande en un ángulo de 45 grados con respecto a los habitáculos para eliminar el reflejo del participante.
Era algo así como una butaca colocada frente a un televisor de pantalla grande, pero esta pantalla no era para el entretenimiento, sino más bien para contemplar la tierra de los muertos. Detrás de la silla había una lámpara tenue, no más brillante que una vela, pero suficiente para permitir ver lo que aparecería dentro del espejo cuando se la invocara.
El Dr. Moody hizo que varios sujetos experimentaran con su psicomanteo, sentándolos en la silla y haciendo que se concentraran intensamente en el ser querido fallecido que deseaban contactar. Estos sujetos fueron cuidadosamente seleccionados para el experimento, y después de una sesión informativa las sesiones comenzarían en serio. Se alentó a los participantes a que se relajaran lo más posible y se concentraran en la persona con la que deseaban contactar, preferiblemente trayendo fotografías o algún elemento personal del fallecido para impulsar el proceso, y la sesión real duraría alrededor de 1 hora.
Los resultados aparentemente fueron sorprendentes, y muchos de los que salieron de esa cámara lo hicieron con historias realmente extrañas. Según Moody, hubo innumerables experiencias por parte de los participantes del estudio inicial. Algunos dijeron que sintieron una presencia reconfortante en la habitación con ellos o que escucharon las voces de sus seres queridos fallecidos. Otros realmente experimentaron un aspecto físico en la experiencia, con el espíritu supuestamente extendiéndose para tocarlos, acariciarlos o abrazarlos, y las conversaciones con los fallecidos no eran infrecuentes, e incluso olían a los difuntos. También en ocasiones surgía una aparición en el espejo y simplemente atravesaba el fino velo hasta la habitación, caminando como si todavía estuvieran completamente vivos.
Ocasionalmente, el sujeto afirmaría por el contrario haber atravesado el espejo al mundo de los espíritus, y otros incluso reconocieron haber tenido visiones de eventos futuros. En cada uno de estos casos, el testigo insistió en que no se trataba de una alucinación, sino que era muy real, y estos contactos siempre fueron muy vívidos y realistas. Curiosamente, a veces el espíritu ni siquiera era el que el participante intentaba contactar. Incluso el propio Dr. Moody experimentó su propio contacto con lo paranormal dentro de la cámara, alegando haber contactado a su abuela muerta, que se le apareció en el espejo de forma joven, sana y muy real.
EL Dr. Moody ha registrado cientos de experiencias con su psicomanteo a lo largo de los años, y ha declarado que independientemente de si todo esto es realmente una prueba del contacto con el mundo de los espíritus o no, su dispositivo tiene un efecto positivo que puede ayudar a quienes lidian con el duelo. Recopilaría toda esta información en su innovador libro de 1993 “Reuniones: encuentros visionarios con seres queridos difuntos”, y ha continuado su trabajo con el psicomanteo hasta el presente, afirmando que el 85% de las personas que lo prueban tienen visiones y experiencias que no pueden explicar, e incluso una parte de aquellos que no han visto nada en ese momento se verán repentinamente acosados por los seres queridos fallecidos en sus casas después de completar las sesiones.
La sesión
Ya que el Dr. Moody desarrolló la práctica del psicomanteo, vamos a basarnos en sus pautas. Los siguientes son sus pasos recomendados para una sesión correcta para contactar con espíritus con un espejo.
Alimentación: Tienes que adquirir un estado mental tranquilo eliminando la cafeína y los lácteos el día anterior. Come frutas y verduras antes de la sesión.
Ubicación: Busca la zona más tranquila de la casa, donde podrás relajarte de verdad. Desconecta todos los relojes y teléfonos de esa habitación.
Ropa: Quítate todas las joyas, incluidos los relojes. Use ropa cómoda.
Espejo: Coloca un espejo grande frente a una silla cómoda y sitúalo para poder mirarlo cómodamente. Es mejor si no puedes ver tu propio reflejo.
Silla: Siéntate en tu silla con la cabeza apoyada.
Conciencia: Facilita tu transición a un estado alterado de conciencia.
Estado de ánimo: Relájate durante aproximadamente 15 minutos mirando obras de arte o escuchando música suave, para estimular la conciencia.
Recuerdos: Reúne fotografías y artículos personales del ser querido con el que deseas comunicarte. Tócalos y recuérdalo. Haz una fotografía de tu ser querido en tu mente. Las películas y videos familiares pueden ayudar, o cualquier otra cosa que los asocie con ellos.
Luz: En el crepúsculo, enciende una vela y colócala detrás de ti. Una luz tenue es ideal, pero experimenta con la luz para encontrar ajuste adecuado. El crepúsculo es mejor porque típicamente estimula estados alterados, especialmente para los novatos.
Después de hacer todos estos pasos, debes comenzar a sentir que tus brazos se vuelven pesados y posiblemente sientas hormigueos en los dedos. Comenzarás a entrar en un estado meditativo de trance y el espejo podría comenzar a aparecer nublado. El Dr. Moody dice que es importante permanecer pasivo en este punto, ya que cualquier intento de guiar la experiencia te sacará de tu estado hipnagógico y crearás interferencias. También es bueno tener una pregunta preparada en mente antes de entrar en tu sesión contacto con espíritus con espejos, pero no la desarrolles en mitad de la sesión ya que esto, nuevamente, interrumpirá la experiencia. Las experiencias suelen durar solo alrededor de un minuto, pero pueden se puede alargar. Sin duda algún, debes utilizar esta practica con precaución, ya que la comunicación con espíritus es siempre peligrosa.
No dudes comentar tus dudas o experiencias a continuación.
dicen que es peligroso esta práctica