No importa en qué parte del mundo estés, todos hemos oído alguna vez historias de fantasmas en autopistas o carreteras donde autoestopistas fantasmas persiguen a los automovilistas en tramos largos pocos transitados. Las historias generalmente culminan cuando el misterioso autoestopista desaparece del vehículo sin dejar ni rastro de su presencia, aterrorizando al conductor. Pero aún son más desconcertantes las historias de entidades fantasmales que miran, actúan y se comportan como las personas vivas, incluso interactuando físicamente con los conductores desprevenidos.
Aunque por desgracia, al igual que las muchas historias reales de fantasmas, los casos de autoestopistas fantasmas son difíciles de demostrar, por lo que son relegados a la categoría de leyendas urbanas o folclore. Pero la gran cantidad de historias hacen que se trate de un fenómeno que no debe ser pasado por alto.
Casos inexplicables a lo largo de la historia
Y no podíamos comenzar nuestro recorrido sin mencionar los ataques sexuales de fantasmas en una carretera de Gales. Como ya publicamos en Mundo Esotérico y Paranormal, hay una carretera en Swansea, Gales, donde ocurren numerosos incidentes con fantasmas que acosan sexualmente a los automovilistas. En una ocasión, un automovilista que estaba conduciendo de regreso a su casa paró al ver a una hermosa mujer haciendo autoestop.
Una vez que entró en el vehículo, la hermosa mujer comenzó a seducir al incauto automovilista. Pero poco después, el conductor comenzó a oler algo extraño, como si tratara de un cigarrillo. Pero de repente el conductor comenzó a ahogarse, y pensó que iba a morir. Intentó soltarse con todas sus fuerzas, pensado que era sus últimos minutos en vida, cuando de repente vio con sus propios ojos como la hermosa mujer se convirtió en un ser viejo y demacrado, con algún tipo de enfermedad en la piel. Poco después la entidad despareció sin dejar ni rastro.
La joven fantasma de la fiesta
Esta historia tiene todo los elementos clásicos de las historias de fantasmas. Tiene lugar en Tompkinsville, Kentucky, Estados Unidos. Dos hombres jóvenes que se dirigen con su vehículo al baile de graduación, cuando ven a una chica de su edad esperando en el arcén de la carretera con un vestido de fiesta. Se detienen y preguntan si le gustaría acompañarlos a la fiesta. Ella acepta y pasa la noche bailando con ellos. Una vez acaba la fiesta, los jóvenes ofrecen llevarla a su casa.
Debido a que estaba lloviendo, uno de los chicos le da su abrigo, diciendo que lo recogerá al día siguiente. Llegan a la casa de la joven y se despiden. Unos días más tarde, el joven vuelve a la casa de la chica para recuperar su abrigo, pero cuando habla con una mujer, esta le dice que la chica era su hija, que murió en un accidente en esa carretera. Cuando el joven visita la tumba de la chica en el cementerio, descubre que su chaqueta está justo al lado de su lápida.
El jugador de básquet
Es una noche de invierno en Oklahoma, Estados Unidos, en 1965. Mae Doria, se dirigía con su vehículo a la casa de su hermana, cuando ve a un niño de unos 11 o 12 que estaba haciendo autoestop aun lado de la carretera. Se detiene para recogerlo, se sienta en el asiento delantero al lado de ella, y comienzan a hablar. En la conversación, el chico le dice que él es un jugador de baloncesto de una escuela local, pero Mae se da cuenta de que no lleva ninguna chaqueta a pesar de que era invierno. Mae estaba desconcertada por que el chico no parecía tener ningún destino y sobre todo después de que le pidiera bajar del coche en una zona despoblada. Sin embargo, antes de detenerse el joven simplemente se desvaneció. Años más tarde, Mae descubrió que se trataba de un autoestopista fantasma.
La resurrección de Mary
La historia de la resurrección Mary es considerada uno de los casos de fantasmas más famosos de la comunidad paranormal. La historia comienza en una noche de invierno en 1934 en Chicago, cuando una joven muere en un accidente automovilístico cuando se dirigía a su casa. Cinco años más tarde, en 1939, un taxista recoge una niña con un vestido blanco. Ella se sienta en el asiento delantero y le explica al conductor donde quiere ir.
Después de conducir un buen rato, la joven de repente le dice que pare y simplemente desaparece del interior del taxi. El taxista miró para todos lados, y se dio cuenta que estaba estacionado en frente del cementerio local, donde estaba enterrada la joven. Según dice la historia, en 1977 una mujer encerró a una niña llamada Mary en el cementerio. La joven intentó escapar, arañando las barras de metal, pero acabó muriendo sin que nadie hubiera podido ayudarla.
El fantasma fumador
En una noche de febrero de 1951, un oficial británico que conducía por una carretera del Reino Unido paró al ver a un soldado haciendo autoestop en la carretera. El soldado vestía con un uniforme de la Real Fuerza Aérea, y después de subirse al coche, le preguntó si podía fumar un cigarrillo. El oficial le dio uno de sus cigarrillos y un encendedor. Con el rabillo del ojo, el oficial vio un flash y como el soldado desapreció sin dejar ni rastro. Sólo quedaban los restos del cigarro y el encendedor en el asiento.
Un espíritu en blanco y negro
Al parecer, en ocasiones los autoestopistas fantasmas no siempre hacen autoestop. A mediados de la década de 1980, una mujer llamada Roxie conducía por una autopista cerca de Edmonton, Alberta, Canadác, cuando se sorprendió al ver un espíritu sentado en el asiento de al lado. Roxie aseguró que no era de carne y hueso, y daba realmente miedo. Tenía unos tonos de color negro, gris y blanco, como si una película en blanco y negro se estuvieran proyectando en su coche. La vestimenta de este ser era de la época victoriana. El encuentro solo duró unos segundos, antes de desaparecer.
Estas son solo algunas historias reales de encuentros con fantasmas en carreteras y autopistas, un fenómeno que continua ocurriendo en la actualidad. Aunque para los más escépticos solo sean leyendas urbanas, hay ciudades que se lo toman muy en serio, con señales de tráfico con la figura de un fantasma para advertir a los conductores de la presencia de autoestopistas fantasmas, y así evitar accidentes, algunos de ellos mortales. Los casos ocurren en todas partes del mundo, y cada país tiene sus propios autoestopistas fantasmas, que con el paso del tiempo, aumentarán. ¿Alguna vez te has parado con tu vehículo para recoger un autoestopista fantasma?
me encanto pero a la vez dio un poco de miedo
en Venezuela hay una historia similar. acerca de la sayona, el espíritu de una mujer que sale en las noches oscuras en las carreteras poco transitada en busca de hombres mujeriegos.
dicen que viste con un vestido blanco, una larga cabellera negra, de piel blanca. y una ves que tiene acorralada a su victima se convierte en una calavera horrible y suelta un grito espantoso….
pero no se si sera cierto….
Excelente nota! Me recuerda la historia que un compañero de trabajo nos contó hace poco, de un famoso caso de un trabajador de Collahuasi (Chile), quien conducía entre un punto en altura hacia otro más abajo de un campamento. A poco andar, otro trabajador vestido con una chaqueta de trabajo similar, joven, moreno y de barba candado, apareció en el camino y amablemente le pidió si lo podía acercar a las oficinas de más abajo. En un trayecto de pocos más de una hora, hicieron una muy buena charla, donde el conductor le contó de sus preocupaciones, de dinero, deudas e incluso le mostró una fotografía en el celular de su familia. Tan buena fue la conversación que acordaron de juntarse algún día en la ciudad para un asado, ya que el pasajero recién subido demostraba un muy buen carisma y simpatía. Poco antes de llegar a las oficinas, el pasajero pidió bajarse en un recodo del camino, pretextando que debía buscar un implemento de trabajo que había perdido en ese lugar y deseando muy buena suerte al chófer se bajó saludando alegremente. El chófer, una vez llegado a las oficinas, al conversar con un grupo de trabajadores amigos, les contó del muchacho que había tomado de pasajero, y de la grata impresión que le había dado, animándolos a invitarlo al más próximo asado que hicieran. Es ahí cuando los amigos se sonrieron cómplicemente, y uno de ellos se dirigió hacia atrás de la oficina, volviendo con un recorte de diario enmarcado que había en uno de los escritorios, preguntándole si el joven que había trasladado era el de la fotografía que salía en la nota. Consternado, el chófer se percató que la foto del joven moreno y de barba candado era de un trabajador fallecido trágicamente cuatro años atrás, y cuyas apariciones ya eran legendarias entre los trabajadores de aquel lugar. Sobre el gentil chófer que hizo una breve amistad con el aparecido, se comenta que presentó una licencia médica por estrés (psiquiátrica) y nunca más volvió a acercarse al elevado campamento minero.
Una historia muy interesante saludos Pablo