Por definición, un fenómeno sobrenatural o paranormal es un evento que desafía la explicación en términos de la experiencia humana normal. En otras palabras, es algo que la ciencia no puede explicar, o al menos no todavía. Muchas personas afirman haber sido testigos de ataques procedentes del más allá, siendo claras pruebas de la existencia de entidades sobrenaturales o espíritus demoníacos. Pero estos fenómenos también han sido reportados por profesionales médicos en hospitales, hogares de ancianos y otras instalaciones médicas que también acogen a ciertas entidades, especialmente los de la variedad demoníaca.
El paciente poseído
Y la realidad es que las enfermeras tratan a diario con la propia muerte, por lo que no es de extrañar que muchos profesionales recurran a las diversas religiones como una fuente de sabiduría y espiritualidad. Sin embargo, los encuentros con las fuerzas demoníacas también pueden influir incluso en los menos creyentes, en una clara batalla entre el bien y el mal. En muchas ocasiones las experiencias de los profesionales médicos se le dan un valor añadido, como el caso de una enfermera que compartió su escalofriante experiencia con los medios de comunicación, donde un paciente moribundo era más de lo que parecía.
Según la enfermera, el paciente sufría de una variedad de enfermedades que iban a poner fin a su vida en cualquier momento. Sin embargo, el hombre se encontraba muy asustado y el personal sanitario se esforzaban para mantenerlo con vida. Cada vez que el monitor que controlaba su corazón sonaba, el enfermo entraba en cólera gritando: “¡No me dejes morir! ¡No me dejes morir!”, describía la enfermera. Las enfermeras responsables se dieron cuenta de qué el moribundo no quería morir. Una noche, el paciente empeoró, y la enfermera se precipitó en su habitación con los suministros de emergencia. Sin embargo, ella no estaba preparada para lo que estaba a punto de ver.
Según la descripción de la enfermera, el paciente se encontraba sentado a cinco centímetros por encima de la cama y se reía. Todo su aspecto cambió completamente. Sus ojos tenían una mirada de pura maldad y tenía una sonrisa demoniaca en su rostro. Él paciente no paraba de reírse constantemente y dijo a las enfermeras:
“Ustedes son unas perras tontas y no me van a dejar morir.”
Después de este suceso aterrador, el paciente sufrió un paro cardíaco y murió a los 20 minutos después. Sin embargo, muy a lo contrario de terminar con la pesadilla, el terror estaba lejos de acabar. Cinco minutos después de que un médico forense declaró que el paciente se encontraba clínicamente muerto, el hombre recién fallecido se volvió a sentar en la cama y se echó a reír, diciendo a la enfermera:
“Tú me dejaste morir. Es una pena.”
Según los testigos, lo que sucedió después fue como una película de terror. Todos los miembros del hospital pudieron escuchar toda la noche como un horrible grito agónico que decía: “no me dejes morir”. Cada una de las enfermeras que estaban de servicio esa noche estaban pálidas y asustadas. Ninguno de los miembros no se atrevían a ir solos por el hospital. Por la mañana, los susurros que decían “no me dejan morir” habían desaparecido.
La Marca de la Bestia
Las enfermeras no son los únicos profesionales de la medicina que se han encontrado cara a cara con las fuerzas siniestras en su lugar de trabajo. Un paramédico también dio a conocer su historia a los medios de comunicación, compartiendo su experiencia con un paciente moribundo y un número que muchos llaman la marca de la bestia. Otro dato importante a tener en cuenta, es que al igual que el hombre moribundo en el hospital, el paciente que atendió el paramédico también parecía temer su muerte inminente.
«Después de que nos avisaran de la urgencia, llegamos allí y nos encontramos a un pobre hombre de unos 40 años de edad, calvo debido a la quimioterapia y sentado en el sofá de su hermano. El hombre se encontraba mirando alrededor de la habitación, y de vez en cuando parecía como si estuviera espantando moscas. Los sentamos en la camilla y él dijo: ‘No, no ahora’.”
El hombre enfermo cayó al suelo pocos minutos más tarde y murió con lágrimas en sus mejillas. El paramédico llevó el cuerpo del hombre al servicio de urgencias, preguntó sobre la ubicación del paciente a los responsables. Ahí fue cuando las cosas empeoraron.
El paramédico se preguntaba si el pobre hombre iría al cielo, pero comenzó a tener un mal presentimiento, y observó como si la oscuridad cubriese todo su alrededor. Se le ocurrió mirar hacia el voltímetro y observó el número 666 parpadeando. Según describió el paramédico, el panel normalmente no parpadeaba en absoluto, simplemente registraba el voltaje. Luego despareció el 666, luego 0,1, luego 666, luego 0,1, luego 666, luego 0,1, y luego se volvió hasta 1200, y se quedó de esa manera. La incómoda sensación se fue, pero aun así oró todo el camino al hospital.
Los hospitales y la conexión con el mas allá
Como hemos podido comprobar, el contacto con entidades demoníacas no solo les ocurre a personas anónimas, también son testigos médicos, enfermeras o paramédicos. Según los expertos, los hospitales son un lugar de nacimiento y un lugar de muerte, donde se puede experimentar en el nacimiento de un nuevo hijo, la resurrección de un ser querido, o la tristeza desagradable al experimentar cuando un ser querido fallece.
En algunos hospitales parecen habitar espíritus que acechan en cada esquina, siendo posible que estas almas salgan del cuerpo físico, permaneciendo alrededor de estos centros médicos, sin saber qué camino tomar, o incluso lo que les pasó. Pero el problema es cuando el propio “mal” también regenta estos lugares, pudiendo acabar en posesiones como las anteriormente descritas.
Dentro de lo paranormal, todo es posible. Sin duda alguna que los hospitales, clínicas o recintos de salud son espacios de venida y partida, luz y oscuridad, nacimiento y muerte. No obstante, pienso que no todas las muertes son traumáticas, dependen de los niveles de desarrollo o evolución espiritual. Creo que la muerte así como el nacimiento son procesos quizás desconocidos que producen miedo, inquietud, expectativa o cualquier otra emoción en las personas o espíritus que viven la experiencia. Si creo que los espíritus poco evolucionados y con apego a este plano material, la muerte es dolorosa, obstaculizando su trascendencia o otros planos e incluso pudiendo facilitar la presencia de entidades demoníacas. Pienso que se debe promover desde muy temprana edad a nivel familiar, escolar y comunitaria la educación para la muerte, viéndose como un fenómeno natural e ir desmitificando su esencia misma que no es otra cosa que la continuidad de un estado a otros. Se trata pues de romper con paradigmas lineales, y fatalistas que crean desconciertos, miedos, temores a lo desconocido.
Recuerdo lo que me paso a un compañero de turno y a mi hace unos años atrás. Ambos trabajábamos en UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) en una reconocida clínica de Santiago-Chile. Siempre pasaban cosas raras, pero como los turnos eran pesados, uno no le ponía mucha atención, hasta q los sucesos ocurrían en las noches tranquilas, donde no había mucho movimiento. Cierta vez llamaron al servicio para informar sobre la llegada de un paciente catalogado como "gran quemado" (sobre 70% de cuerpo calcinado) y que debíamos preparar una unidad. Empezamos a preparar la unidad, monitores, bombas de infusión, el ventilador mecánico, etc. En todas las unidades había un "autoclave" que es más que nada un recipiente de color amarillo anclado firmemente a la pared para dejar los desperdicios corto punzantes (agujas, inyecciones, bisturís, etc), este tipo de unidad como dije antes va anclado firmemente a la pared y la única forma de sacarlo es haciendo una fuerza desde la parte de abajo hacía arriba. Dejamos la unidad lista, apagamos la luz y nos fuimos a sentar (las unidades de UCI tienen puertas de vidrio de corredera) al rato, como a los 15 min, estando sentados viendo los monitores, sentimos un golpe, miramos y vimos q la puerta de la unidad que habíamos preparado se había cerrado, nos miramos extrañados hasta q vimos lo siguiente, se prende la luz de la unidad y de la nada el autoclave que estaba anclado se levanta de la manera en que se saca y cae de golpe al suelo, con la diferencia QUE NO HABÍA NADIE EN LA UNIDAD!, yo no podía creer lo que estaba viendo y le pregunte a mi colega si había visto lo mismo, y me dice que si, que lo había visto, esperamos unos minutos, fuimos a revisar la unidad y pusimos todo en orden, al rato llego el paciente, lo dejamos en la unidad, lo que vendría de ahí en mas fue muy raro, 10 pacientes (contados el "gran quemado") empezaron a morir en esa unidad, todos fallecían en los turnos de noche, a la 2da noche desde el ingreso y con una hora de fallecimiento similar, entre las 3:30 y 3:45 am…todos los turnos estaban asustados e incluso se solicito que un Cura, bendijera o hiciera algo…Cuando se llego al paciente numero 10, todo de manera extraña "volvió" a la normalidad, aunque siempre este raro caso era tema de conversación recurrente y cada vez que alguien moría en esa unidad, todos temían que el ciclo se volviera a repetir.
SON INCREIBLEMENTE ATERRADORAS LAS HISTORIAS DEL ARTICULO, DEVERDAD ME HAN ATERRADO SOLO PENSAR QUE ME PUEDE SUCEDER ALGO SIMILAR, QUE MIEDO NO? MADRE MIA, LA VERDAD ES QUE MUCHOS HOSPITALES QUE NO ESTAN ABANDONADOS, QUE SIGUEN FUNCIONANDO NORMAL Y CORRIENTE, UN HOSPITAL DE CUALQUIER PUEBLO, PUES HAY MUCHOS QUE PARECEN QUE CUANDO LOS HICIERON,LOS HICIERON PARA DAR TERROR DE VERDAD, JAJAJAJAJAJAJA…
HAN ELEGIDO MUY BIEN EL TEMA, PORQUE ES MUY INTERESANTE Y TERRORIFICO A LA VEZ.GRACIAS