Las advertencias sobre las mega tormentas solares han sido noticia en los últimos meses. En febrero, los científicos nos sorprendieron alertándonos que “La Supertormenta solar es inevitable en cualquier momento”, pero la propia NASA afirmó estar desconcertada por la extraña actividad solar. Desde que ha empezado el año hemos sido testigos de cambios anómalos en el clima y ahora Europa se prepara para lo que parece ser una gran tormenta solar que puede afectar a las redes eléctricas, oleoductos, comunicaciones de radio y el sistema de posicionamiento global (GPS), que según los expertos estamos entrando en el período de mayor riesgo de actividad solar en este 2013.
El Centro de Coordinación de Meteorología Espacial, preparado para la mega tormenta solar
Curiosamente, Europa presentó su primer Centro de Coordinación de Meteorología Espacial en Bélgica el pasado miércoles para alertar de las posibles tormentas solares, que también son una gran amenaza para los astronautas que se encuentran en órbita, los pasajeros de los aviones, y sobre todo las redes eléctricas terrestres. Pero según los expertos, es completamente imposible predecir la llegada de una gran tormenta solar, que en el peor de los casos puede ocurrir en cualquier momento, dejando al mundo sin Internet, sin telefonía, sin televisión, sin electricidad, sin transporte aéreo y ferroviario durante días, incluso semanas.
“En el peor de los casos, lo que puede ocurrir es que los transformadores de la red eléctrica sufran severos daños y en ese caso, la sustitución de los transformadores puede llevar semanas o meses”, según dijeron los expertos europeos en actividad solar a los medios de comunicación.
¿Qué ocurriría si una gran tormenta solar impactara contra la tierra en la actualidad?
La atmósfera terrestre y la magnetosfera protegen al planeta de la radiación liberada durante las erupciones solares y las tormentas geomagnéticas, que son algunas de las formas más severas del clima espacial. Las pequeñas erupciones solares suelen tener muy poco efecto sobre la Tierra, como máximo ligeros problemas en los sistemas de navegación de automóviles o teléfonos móviles que a simple vista no son visibles. Pero sin embargo, una gran tormenta solar como el evento Carrington de 1859, que paralizó los sistemas de telégrafos mundiales podría tener graves consecuencias en la actualidad. La “eyección de masa coronal”, la cual envía radiación electromagnética dirigida hacia la Tierra a una velocidad de unos 2.500 kilómetros por segundo haciendo grandes estragos en las líneas de transmisión, causó una sobretensión en las líneas telegráficas en 1859 donde las oficinas se incendiaron y los operadores recibieron descargas eléctricas.
Si una tormenta parecida impactara en la actualidad contra la Tierra afectaría entre 50 y 100 satélites, el 10 por ciento del total de satélites que se encuentran en órbita, según la ESA. Pero la mayor amenaza contra la Tierra seria en la red de energía eléctrica. Si solamente una pequeña parte de la red eléctrica fuera dañada, la sobrecarga daría paso a apagones masivos que se extenderían a todo el planeta, como el apagón de nueve horas en Quebec, Canadá, en 1989.
Pero los problemas no acaban aquí, los astronautas que orbitan la Tierra en la Estación Espacial Internacional (ISS), podría sufrir daños severos, además de las tripulaciones y pasajeros de los aviones que sobrevuelan las regiones polares. Algunos estudios dicen que las tripulaciones de los vuelos de larga distancia recibirían una dosis de alta radiación solar, con los grandes efectos dañinos en su consecuencia.
Europa preparado para lo inevitable
En caso de la llegada inminente de la mega tormenta solar, los expertos europeos están preparados para desactivar los satélites y así reducir el riesgo, reducir la carga sobre las redes de energía, los astronautas se protegerían en una zona blindada de la ISS y los aviones serian desviados para realizar aterrizajes de emergencia, incluso si las comunicaciones no funcionaran correctamente. Una vez los observadores detectaran la gran tormenta solar, las consecuencias tardarían entre 17 y 48 horas en llegar a la Tierra, en función de su gravedad.
Curiosamente, científicos expertos recientemente afirmaron que únicamente sería posible avisar a la población de 15 a 30 minutos antes de la llegada de la tormenta solar, y en todo caso en las preparaciones ante la llegada de la tormenta solar no consta precisamente el aviso a los habitantes de la Tierra.
Europa se prepara para la inminente mega tormenta solar, y si hoy ocurriera, afectaría a gran parte de la población mundial y dañaría permanentemente a incontables transformadores eléctricos. ¿Nos debemos preparar para lo inminente?