Hola qué tal. Cómo están? Soy nueva en éste interesante foro. Me gustaría contarles algo que me ha pasado en ocasiones.
Empiezo por contar que cuando era niña, tenía como 8 años, en el salón de clases, mientras todos estaban en silencio o incluso cuando no, podía escuchar voces de adultos que discutían en susurros, pero luego aumentaban. Eso me asustaba mucho, así como también no sé si era sólo mi mente, pero podía ver un ser que se encogía y agrandaba, era extraño, se parecía al robot que sale en grandes héroes, baymax. No recuerdo otras experiencias, pero créanme que fueron varias. Algo más, fue que cuando cumplí 17 años, me entró la curiosidad por la lectura de cartas. Una persona que sabía sobre el tema, pero que no tenía buenas intenciones, me dijo que las leyera, más no me dijo que necesitaba poner un vaso de agua y una vela, y detalles que he leído en la web.
Mi primer lectura la hice a mi hermana mayor. Ella no me dijo que es lo que quería saber, sin embargo le dije de un problema que tenía, y hasta me sorprendí por lo acertada y por el problema que ella tenía y no nos había contado. Años después hice otra lectura a mi hermano, también salió su situación futura, y una desgracia que le sucedería a alguien cercano, más no pude ver a quién. Pocos días después, tuvimos un problema que nos atormentó por casi ocho años. Desde esa lectura, dejé de hacerlo.
Algo que también me pasa, es que a veces presiento cosas, y ocurren.Una ocasión, una amiga me pidió que la acompañara con una señora que hacía lectura de cartas; en el preciso momento que me lo dijo, me vino a la mente el rostro de una persona. Al día siguiente la acompañé y para mi sorpresa, era exactamente la persona que imaginé! Me sorprendió y no me agradó, pues es una persona que nos hizo un daño muy grande hace unos años.
Otra cosa interesante es, que desde hace años, cuando iba rumbo al trabajo, pasaba en el autobus frente a un departamento que me llamaba mucho la atención, eso ya hace 12 años. Hace seis años, ayudé a una abuelita a subir sus cosas al autobus, y sin preocuparme por mis pendientes, me ofrecí a acompañarla hasta su casa, pues me preocupaba que estuviera sola. Adivinen en dónde víve? Si, en el departamento que tanto me llamaba la atención durante años.
Me han pasado cosas así por el estilo, y también a mi hermana gemela. No comento esto con mucha gente, pues podrían tacharme de loca y no me gustaría que se burlaran.
Bueno, pues después de marearlos con todo ésto, les deseo un buen día. Saludos.