Los océanos albergan la mayor parte de la flora y fauna del planeta. Incluso a profundidades increíbles de alrededor de 1000 metros y mucho más, donde el mar está perpetuamente oscuro y la presión del agua helada sería insoportable para los humanos, hay animales que consiguen sobrevivir. Las criaturas de aguas profundas han evolucionado para lidiar con las condiciones más difíciles, y pueden parecer extrañas e incluso aterradoras para los humanos.
La realidad es que los científicos aún saben muy poco acerca de los tipos de seres que viven en el punto más profundo de la tierra, pero recientemente han descubierto nuevas especies gracias a los avances en robots submarinos, cámaras 3D y equipos de muestreo científico. Este desarrollo tecnológico nos ha permitido vislumbrar una vida marina inimaginable en el hábitat más grande y menos explorado de la Tierra. Pero incluso así, en ocasiones aparecen misteriosas criaturas en nuestras playas que dejan sorprendidos a los expertos. Y en muchas ocasiones estos hallazgos quedan sin ser explicados, únicamente recordados en el tiempo por las llamadas webs de noticias alternativas. Y uno de estos descubrimientos ha ocurrido en una playa de Nueva Zelanda, donde ha aparecido el espeluznante esqueleto de una misteriosa criatura marina.
La misteriosa criatura marina
El desconcertante descubrimiento tuvo lugar el pasado fin de semana por una mujer llamada Hanna Mary de Christchurch, quien se encontró con el esqueleto de una misteriosa criatura cerca de Rakaia Huts, en la región de Canterbury, mientras limpiaba la playa de basura después de una gran tormenta. Según el periódico New Zealand Herald, el extraño esqueleto parece ser el de una criatura de otros mundos. De hecho, Mary pensó que había encontrado “algo realmente extraño”.
En las imágenes publicadas por Mary en su perfil de Facebook, se puede ver claramente como la extraña criatura marina tiene alas con garras, una especie de pico y una larga cola. Además, el esqueleto posee una cabeza alargada y una boca de aspecto inquietante, con colmillos afilados. Los restos disecados eran verdaderamente espantosos, lo suficientemente aterrador como para que Mary gritara cuando se dio cuenta de que el objeto que había recogido no era un pedazo de plástico o madera.
“Lo primero que pensé fue que era algo extraño, pero estaba más fascinada que nada”, explicó Mary.
Desconcertada por su descubrimiento, lo primero que hizo fuer llevar el esqueleto a un taxidermista con la intención de que pudiera ofrecer alguna idea de lo que era la extraña criatura. Sin embargo, su consulta quedó sin respuesta, por lo que Mary hizo algunas fotos de los restos y las publicó en las redes sociales para intentar identificarlas. No hace falta decir que el extraño esqueleto encontrado cerca de las Rakaia Huts se ha convertido en toda una sensación en las redes sociales, con cientos de usuarios intentando encontrar una respuesta. Los usuarios de Facebook sugirieron que la criatura podría ser una ardilla voladora, una raya, incluso un ser extraterrestre.
La explicación científica
Pero al perecer el misterio fue finalmente aclarado por el Dr. Malcolm Francis, del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera de Nueva Zelanda (NIWA, por sus siglas en ingles). El experto dijo que se trataba del esqueleto de un Dipturus nasutus macho, conocido como Zearaja nasuta, de la familia de los Rajidae en el orden de los Rajiformes.
“Es como un tiburón plano, tiene un esqueleto hecho de cartílago”, explicó el Dr. Francis. “Pasan gran parte de su tiempo en el fondo”.
También explicó, que las espinas que se pueden ver en el esqueleto solo se encuentran en los machos de la especie y en realidad se usan durante el apareamiento.
“Parecen piernas, pero no lo son”, dijo el Dr. Francis, explicando que su función es ayudar al macho a aferrarse a su compañero durante el apareamiento. Las garras en las alas de la criatura aparentemente tienen el mismo propósito. El Zearaja nasuta de Nueva Zelanda es un pez cartilaginoso estrechamente relacionado con los tiburones, similar a las mantarrayas. Este animal marino puede crecer hasta 1 metros de largo y vive a profundidades que oscilan entre los 9 y casi 1500 metros bajo la superficie del océano. Como señaló el Dr. Francis, los pescadores a veces los capturan, quienes les arrancan sus alas (un manjar alimentario en algunos países) y solo venden esta parte del cuerpo en particular.
Está claro que esta explicación no ha convencido a todo el mundo, ya que consideran que un si un taxidermista no logro identificarla, entonces no es ningún pez. A parte de un ser extraterrestre, también cable la posibilidad de que sea una criatura de las profundidades que ha conseguido permanecer oculta sin ser detectada. Es otra teoría.
Y tú, ¿qué piensas? ¿Puede ser un pez raya, un ser extraterrestre o una criatura de las profundidades de nuestros océanos?
Bueno, los taxidermistas no están especializados en animales exóticos. Creo para eso están los especializados en el tema. Aparte, he estado mirando imágenes en Google y coincide con lo una raya.