Un nuevo estudio demuestra la existencia de la Tierra Hueca

Desde tiempos inmemoriales, la gente ha creído que hay otro mundo justo debajo de la superficie de nuestro planeta. Para algunas culturas es un lugar oscuro lleno de las almas de los muertos. Pero la mayoría de estas primeras creencias eran de origen metafórico o mitológico. La comunidad científica sostiene que la Tierra es una serie ininterrumpida de capas, costras y magma líquido que rodea un núcleo denso y caliente hecho principalmente de hierro y níquel. Pero no todos están convencidos.

En el siglo XVII, algunas de las principales mentes científicas de la época propusieron una nueva teoría: que el planeta es en realidad vacío. Esta idea ha resultado increíblemente duradera. Incluso hoy en día, hay un pequeño grupo de creyentes de la llamada Tierra Hueca que intentan difundir sus ideas a través de libros, sitios web, conferencias y viajes extremadamente ambiciosos. Sin embargo, lo que se pensaba que simplemente eran mitos y leyendas, podría ser completamente real. Científicos han confirmado que enormes fragmentos de un mundo extraterrestre podrían estar en lo más profundo de la superficie de nuestro planeta.

Un mundo extraterrestre

Un estudio ha identificado manchas de roca debajo de la corteza terrestre que posiblemente pertenecían a Theia, un planeta del tamaño de Marte que se cree que chocó con nuestro punto azul pálido hace miles de millones de años. Se cree que el todopoderoso impacto creó la Luna, y los restos del choque podrían estar en las profundidades del manto de nuestro planeta.

Los investigadores de la Universidad Estatal de Arizona utilizaron ondas sísmicas para rastrear el tamaño de las extrañas manchas, conocidas como grandes provincias de baja velocidad de corte (LLSVP, por sus siglas en inglés). Se estudiaron dos de las gigantescas masas: una enterrada bajo África y la otra bajo el Océano Pacífico. Tienen cientos de kilómetros de altura y miles de kilómetros de ancho, ubicadas cerca del núcleo metálico de nuestro planeta. El autor del estudio, Qian Yuan, dice que las manchas “se extienden sobre el núcleo de la Tierra como auriculares”.

Son más densos y químicamente diferentes a la roca que los rodea, lo que sugiere que originalmente no formaban parte de nuestro planeta. El manto de Theia era más denso que el de la Tierra, según Yuan, lo que pudo haber permitido que se acumulara cerca del núcleo de nuestro planeta después del impacto.

“El manto de Theia puede ser intrínsecamente más denso que el de la Tierra”, explicó Yuan la semana pasada en la Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria. “Esto permite que los materiales del manto de Theia se hundan hasta el manto más bajo de la Tierra y se acumulen en pilas termoquímicas que pueden causar los LLSVP observados sísmicamente.”

Los expertos han creído durante mucho tiempo que un planeta del tamaño de Marte se estrelló contra la Tierra hace unos 4.500 millones de años. Se cree que el planeta que impactó, conocido como Theia, se fusionó con la Tierra, lo que significa que partes de él deberían existir en el manto hoy. Los intercambios químicos a raíz de esta violenta fusión pueden haber creado las condiciones para la vida en nuestro planeta. Otra teoría es que la colisión arrojó vastas nubes de material que la gravedad luego fusionó para formar la Luna.

El análisis de las rocas lunares ha sugerido que nuestro satélite rocoso podría ser en realidad una combinación de trozos de la Tierra y Theia. La idea de que los LLSVP son, de hecho, restos de Theia ha existido durante años, pero el nuevo estudio presenta la evidencia más convincente hasta el momento. El estudio revela que las firmas químicas vinculadas a LLSVP son al menos tan antiguas como el impacto de Theia. Si bien no es una prueba concluyente que los vincule a un antiguo mundo alienígena, ciertamente muestra que la teoría es plausible.

“Esta loca idea es al menos posible”, explicó Yuan, candidato a doctorado en la Universidad Estatal de Arizona.

Los hallazgos se encuentran actualmente en revisión, antes de su futura publicación en la revista científica Geophysical Research Letters. Pero lo que está claro es que este nuevo estudio demuestra de una vez por todas que existe la Tierra Hueca. Y lo cierto es que hay una creciente comunidad de personas convencidas de que existe otra civilización en lo más profunda de la Tierra, donde habita una raza de extraterrestres. Incluso dicen que los ovnis provienen del interior de la Tierra, enviados desde tribus altamente evolucionadas para seguir nuestra evolución.

Sin embargo, uno de los relatos más controvertidos de los habitantes de la Tierra interior es el publicado en 1945 por la revista Amazing Stories. Relataba la historia de Richard Shaver, quien afirmó haber sido acogido por una civilización secreta. Aunque pocos creyeron realmente la historia y muchos dijeron que Shaver tenía problemas mentales, este siempre insistió en que su historia era cierta. Sostuvo que la Raza Mayor, o Titanes, llegó a este planeta desde otro sistema solar en el pasado prehistórico.

Después de un tiempo viviendo en la superficie, se dieron cuenta de que el sol les hacía envejecer prematuramente, por lo que escaparon bajo tierra, construyendo enormes complejos subterráneos en los que vivir. Finalmente, decidieron buscar un nuevo hogar en un nuevo planeta, evacuando la Tierra y dejando atrás sus ciudades subterráneas pobladas por seres mutados. A pesar de la enorme popularidad del Shaver Mystery, nunca se reveló la ubicación de la entrada a este mundo subterráneo. Pero 76 años después, sorprendente su historia parece coincidir con el nuevo estudio, el cual revela que hay rocas de otro planeta en el interior de nuestro planeta.

¿Algún día sabremos la verdad? ¿Dónde están los accesos a la Tierra Hueca?