De acuerdo con la ciencia establecida, los terremotos son el resultado del movimiento de la placa tectónica causado por la actividad volcánica a lo largo de las fallas en los fondos oceánicos. Sin embargo, la mayoría de las personas no se dan cuenta de que esta explicación es una hipótesis, que generalmente es la siguiente: la tectónica de placas es una teoría importante desarrollada en la década de 1960 para explicar cómo se mueven los continentes a través de la superficie de la Tierra. El primer geólogo del siglo 20, Alfred Wegener, se dio cuenta de que el enigma, el ajuste de muchos de los continentes fue más que una coincidencia, pero no pudo explicar correctamente qué impulsó su movimiento.
Pero hay otra explicación para los terremotos, y es que los cuerpos celestes, el primero de los cuales es la Luna, se influyen entre sí continuamente y pueden perturbar la rotación del eje del planeta significativamente. Un ejemplo de esto ocurrió en el terremoto más catastrófico en la historia reciente. El 11 de marzo de 2011, un terremoto y posterior tsunami sacudió la costa este de Honshu, Japón. El movimiento telúrico de magnitud de 7,8 destruyó completamente la central nuclear Fukushima I. Pero lo que muchas personas desconocen es que este terremoto se originó con una alineación precisa de los planetas Tierra, Mercurio y Urano. Y este extraño fenómeno celestial apuntaba directamente esa misma área de Japón.
Entonces, ¿es posible que ciertas alineaciones planetarias pueden causar grandes terremotos en la Tierra? Pues para el reconocido investigador sísmico Frank Hoogerbeets así es, y sus innumerables predicciones lo demuestran. Ahora, Hoogerbeets ha predicho que un terremoto devastador sacudirá el planeta en los últimos días de marzo de 2019. Según el investigador, una crítica alineación planetaria de Mercurio, la Tierra, Venus, Neptuno y el Sol será el causante de esta nueva catástrofe en nuestro planeta.
Inminente megaterremoto
Hoogerbeets ha advertido que el terremoto que sacudirá el planeta será de más de 8 en la escala de Richter. Mercurio, la Tierra, Venus, Neptuno y el Sol comenzaron a alinearse en el sistema solar a partir de lunes 25 de marzo, y la consiguiente atracción gravitatoria en nuestro planeta podría causar un gran terremoto. Esto se debe a que el tirón de los planetas está teniendo un efecto de “tira y afloja” en la Tierra, causando que la tensión se acumule dentro de las placas tectónicas. Cualquier temblor de más de 8 se considera un “megaterremoto”, con el potencial de causar una terrible devastación en el área afectada.
“La geometría lunar y planetaria excepcionalmente crítica los días 24, 25 y 26 de marzo puede desencadenar una actividad sísmica de gran empuje desde el 25 al 30, por lo que los días más críticos serán el 28, 29 y 30 de marzo”, escribió Hoogerbeets en su sitio web “Ditrianum”. “Un terremoto de magnitud media a alta puede ocurrir en este período de tiempo, pero podría ir más allá de magnitud 8 o superior.”
Hoogerbeets ha hecho esta nueva predicción utilizando su “Índice de Geometría del Sistema Solar (SSGI)”, que es el cálculo de un conjunto de datos para un periodo de tiempo específico de valores dados a posiciones geométricas específicas de los planetas, la Luna y el Sol.
“Después de tres años de investigaciones, queda claro que cierta geometría planetaria en el Sistema Solar claramente tiende a causar un aumento sísmico, mientras que otra geometría no», continua explicando el investigador.
Predicciones cumplidas
Pero sin duda alguna, más allá de las teorías, lo que demuestra que Hoogerbeets está en lo cierto son sus predicciones cumplidas. Predijo que un fuerte terremoto sacudiría nuestro planeta en la primera semana de diciembre del pasado año, y pocas horas después hubo un terremoto de 7 grados en Alaska; advirtió de una serie de terremotos durante el período navideño, y en el mismo periodo predicho por Hoogerbeets, un tsunami golpeó el estrecho de la Sonda en Indonesia, causando la muerte de más de 222 personas; también predijo que un catastrófico terremoto sacudiría nuestro planeta por una rara alineación planetaria que comenzaba el día de San Valentín de este año, y un fuerte terremoto de magnitud 7,8 sacudió ha sacudido días después el este de Ecuador.
Y más recientemente, el investigador predijo correctamente el fuerte terremoto de magnitud 7,3 que sacudió Perú el 1 de marzo en Perú. Días antes de este temblor escribió en su sitio web que a geometría lunar específica podría causar un aumento sísmico en los próximos dos días, posiblemente de magnitud 6 o superior. Es más, advirtió que el terremoto tendría lugar entre el 28 de febrero y el 1 de marzo debido a la geometría lunar crítica del 27 de febrero.
A pesar de que muchas de sus predicciones se han hecho realidad, los expertos sísmicos han desacreditado continuamente sus predicciones. Según los científicos, ningún sistema o herramienta es capaz de predecir terremotos con precisión. Bueno, en parte tienen razón, ya que la tecnología no puede predecir ningún tipo de futuras catástrofes, ya sean terremotos o asteroides. Pero es que Hoogerbeets no se basa en la tecnología, simplemente se “molesta” en descifrar las raras alineaciones planetarias. Pero para la ciencia, todo lo que no puede demostrar, simplemente no existe y no es posible.
¿De nuevo la predicción de Hoogerbeets se hará realidad?
Es interesante que los científicos dicen ningún sistema o herramienta es capaz de predecir terremotos con precisión, pero por lo menos Hoogerbeets se está esforzando por ayudar mientras que los sismólogos se dedican ha mirar y esperar que suceda el terremoto y recolectar dados cuando lo que deberían estar haciendo es mejorar la tecnología para saber cuando se van ha mover o intensificar las placas tectónicas. Por cierto, es curioso que poco después de que Hoogerbeets dijera esto, los científicos advirtieran del inusual comportamiento de las placas tectónicas en Centroamérica. Mmmmm…. Ha estar preparados…
Parece que a los científicos les venga bien que sucedan catástrofes, sino no tratarían de desacreditar a profesionales cualificados como este investigador que quieren saber cuando y aproximadamente donde sucederán los terremotos para así evitarlos. Aquí huele a censuro investigador que es demasiado bueno en su trabajo porque no queremos que se prevengan los terremotos y así las grandes multinacionales que se benefician con los desastres sigan generando, ojo que es una hipótesis, pero todo esto ya huele a quemado.