Un poderoso terremoto de magnitud 7.1 sacudió el sur de California el viernes por la noche y es el segundo temblor en menos de dos días que ha provocado daños en edificios, incendios y algunos heridos. Un enjambre de réplicas ha sacudido la alta región desértica del sur de California desde el terremoto de 6.4 en la mañana del jueves cerca de Ridgecrest. El Servicio Geológico de los Estados Unidos dijo que el terremoto del viernes liberó aproximadamente ocho veces más energía que el temblor del jueves.
Aunque lo peor estaría por llegar ya que el popular investigador holandés Frank Hoogerbeets, que curiosamente predijo este seísmo hace unos días, dijo que todos estos terremotos son el resultado de una geometría lunar crítica y que habría temblores más poderosos superiores a 8 en la escala de Richter desde el 8 de junio hasta el 11, una predicción que coinciden los mejores sismólogos, que advierten que podría ser el preludio del llamado ‘Big One’, el hipotético terremoto de magnitud 8 o superior que podría ocurrir a lo largo de la falla de San Andrés.
Pero aquí no acaba todo. Por otra parte, una ola de calor sin precedentes está asfixiando a Europa y al resto del mundo, como Alaska. Durante la última semana de junio, las temperaturas aumentaron hasta 7 grados centígrados por encima de lo normal en Europa central y occidental. El viernes los termómetros de un pueblo al sur de Francia marcaron 46 grados, la temperatura más alta registrada en el país. Los investigadores dicen desconocer el origen de esta inusual ola de calor, pero creen que podría estar relacionado con el cambio climático. En muchas olas de calor anteriores en Europa y en otros lugares, los análisis han determinado que el cambio climático aumenta la probabilidad de que ocurran este tipo de eventos. Tal vez esta explicación sirva para algunos, pero la realidad es bien otra. Una poderosa tormenta solar está azotando la Tierra, provocando los terremotos, la activación de volcanes y la anómala ola de calor en todo el mundo.
Súper tormenta solar
El pasado 03 de julio una enorme tormenta solar se dirigía hacia la Tierra y los investigadores advirtieron que las consecuencias se podrían sentir en pocos días. Según informo el tabloide británico Daily Express, una onda de choque de vientos solares explotó a través de la atmósfera cuando un conjunto de partículas solares de movimiento lento y rápido colisionaron en el espacio. Los vientos solares tienen la capacidad de calentar la atmósfera exterior de la Tierra, haciendo que se expanda. Esto puede afectar a los satélites en órbita, lo que podría llevar a fallos en la navegación GPS, señales de teléfono móvil y televisión por satélite.
Además, la oleada de partículas puede conducir a altas corrientes en la magnetosfera, lo que a su vez provoca una electricidad más alta de lo normal en las líneas eléctricas, dando como resultado fallos en los transformadores eléctricos. Esto se esperaba que fuera en el mejor de los casos, pero parece ser que se trataría de una súper llamarada solar y sería el verdadero origen de los terremotos en California, activación de volcanes y la ola de calor en todo el mundo. Otro de los efectos también los estaríamos experimentado, el fallo de numerosos servicios de Internet en los últimos días.
La llamarada solar que “no existe”
Aunque parezca increíble ningún medio a relacionados todos estos catatónicos eventos con la poderosa llamarada solar que está sufriendo nuestro planeta. Pero lo que muchos no saben es que esta llamarada solar fue predicha el pasado año por los analistas de Saxo Bank el pasado año. Como ya publicamos en MEP, los expertos del banco de inversión danés online informaron a los inversores que una potente llamarada solar clase X provocaría una catástrofe sin precedentes en todo el mundo.
“En 2019, cuando se ponga en marcha el Ciclo Solar 25, la Tierra no tendrá tanta suerte y una tormenta solar golpeará el hemisferio occidental, derribando a la mayoría de los satélites en el lado equivocado de la Tierra en ese momento y desatando un caos incalculable en los GPS, infraestructura de viajes, logística, energía eléctrica y aire”, predijeron los analistas de Saxo Bank.
El informe también señala que la llamarada apocalíptica provocará un daño financiero de al menos 2 billones de dólares. Aunque la comunidad científica se mostró escéptica sobre las predicciones del banco, hay que recordar que en 2017 predijeron correctamente la caída del Bitcoin. Y si a alguien aún le quedan dudas, este mismo año geólogos de la Universidad de Lund en Suecia advirtieron que una poderosa tormenta solar podría volver a ocurrir en cualquier momento.
Pero no nos extraña que ningún medio esté informado de esta poderosa tormenta solar. Solo tenemos que retroceder hasta 2012. Aunque no la vistes, ni la sentiste, ni siquiera lo leíste en los periódicos, casi regresamos a la Edad de Piedra el 23 de julio de 2012. Y lo más sorprendente de todo fue que nos enteramos en 2014 que nuestra estrella más cercana lanzó una de las erupciones solares más grandes y las eyecciones de masa coronal jamás registradas.
La tormenta de julio de 2012 fue aproximadamente el doble de grande que el evento que causó el apagón de Quebec en 1989, pero afortunadamente, gracias a la gran extensión del espacio y la distancia orbital relativamente grande de la Tierra, esquivamos la letal súper tormenta. Es más, los astrónomos reconocieron que la tormenta solar fue en todos los aspectos al menos tan fuerte como el evento de Carrington en 1859. Y ahora está sucediendo lo mismo, una súper tormenta solar está azotando nuestro planeta y para no causar el pánico mundial nadie está informando. La única diferencia es que esta vez las partículas solares están afectando directamente a la corteza terrestre y provocan un aumento de los terrenos, erupciones volcánicas y una ola de calor sin precedentes. Ahora solo hay que esperar que será lo siguiente.
¿La civilización tal como la conocemos está llegando a su fin? ¿Regresaremos a la Edad de Piedra?
